viernes, 18 de septiembre de 2009

Adiós

Adiós, queridos lectores. Ésta es la última entrada de Che Guevara and Debussy, el blog que he estado escribiendo desde hace algo más de dos años. Como sabéis quienes me seguís, mi flamante marido y yo nos mudamos a Estados Unidos y empezamos una etapa nueva en nuestras vidas. Escenario nuevo, estado civil nuevo, vida nueva, blog nuevo.

Ya lo he dicho en otras ocasiones, he volcado mucho de mí mismo en estas páginas, más de lo que pensaba que sería capaz de hacer. He escrito sobre muchas de las cosas que me gustan, bastante sobre las que no me gustan. El acento ha sido más frívolo y camp de lo que yo esperaba al principio, porque me las doy de persona seria, pero ha ganado la petarda que hay en mí.

Se quedan en el tintero muchas cosas. No he terminado la serie de canciones pop perfectas. La siguiente en mi lista, la de los años 60, era "Penny Lane", de los Beatles y su solo de trompeta antológico (canciones finalistas: "I want you back" de Jackson 5, "Sugar Sugar" de los Archies, "Ain't no mountain high enough" en versión de las Supremes; iban todas ilustradas con imágenes de dibujos animados). La canción final, la canción pop perfecta en mi opinión es "Rock with you" de Michael Jackson. Pensaba colgar el vídeo, fantástico (siempre quise bailar así, siempre quise tener esos pantalones -y caber en ellos, claro), sin escribir una sola línea. Y dejar que comentaseis.

Se queda también en el tintero una serie de tres entradas que tengo a medias sobre los mejores títulos de película. No entiendo cómo no hay Oscars para los títulos de crédito, muchos ("North by Northwest", "Vertigo", "Charade", "Alien", "Tacones Lejanos", "Se7en", "Lost Highway", "Catch me if you can", las series "Medium" o "Mad Men", tantos otros) son obras de arte en sí mismos. Me quedo también sin escribir sobre más guilty pleasures (300 millones, "Soldados del amor"), ¿olvidadas? (Addy Ventura -gracias Molano-, Minnie Ripperton, Linda Blair, Tesa de Zombies, Rae Dawn Chong, Toyah Wilcox, Anarcoma), o lo peor de todo (sí, Vicky Larraz -aunque ya sabéis que lo peor no es necesariamente malo-, las All Saints, pero también el obelisco dorado que se está construyendo en la Plaza de Castilla de Madrid). Le había prometido a Notorious una entrada sobre el tipo humano de "la gorda líder", que iba a ser complementado por otro sobre "el gordito pasivo", pero ya no los escribiré. Le había prometido a Theodore otro sobre Deeelite que tampoco haré. Lo siento, de verdad.

Se queda sin escribir una larguísima entrada sobre el Museo Reina Sofía, de cuyo Patronato fui miembro en su día, y que ha desvelado hace poco una nueva exposición de sus fondos permanentes. No dejéis de ir a verla, merece la pena y mucho. Me quedo sin escribir más de diseño y arquitectura, que es casi lo que más me gusta. Iba a empezar una serie de posts sobre cementerios, con una primera entrada sobre Skogskyrkogården en Estocolmo, una segunda sobre el Cimitero Acattolico de Roma y otra sobre San Vito d'Altivole, cerca de Verona. Tengo montones de fotos de escaparates sin usar. Querría haber escrito sobre películas de los primeros 80: "Liquid Sky", "One from the Heart", "Choose me", sobre mujeres escritoras que me apasionan como George Eliot, Edit Wharton o Joan Didion. Me quedo sin escribir más de política, que también me encanta. Y tenía preparada una entrada sobre Malibu Stacey y el post estructuralismo. Seguro que alguien ya ha escrito algo al respecto, y mejor de lo que yo pudiera hacer.

Discutir hemos discutido. Siempre digo lo mismo (os habréis dado cuenta de que me repito más que el ajo, pero no es por la edad -que también- sino porque me dibujaron así), los blogs los hacen los comentarios tanto o más que las entradas, que son una mera excusa para la discusión. Os tengo que estar agradecido infinitamente a todos vosotros, blogueros endógamos, por haber nutrido el blog de Breckinridge de comentarios.

En este extraño ciber-mundo se hacen buenos amigos, y así os considero a todos. No quiero olvidarme de nadie, pero mi primer agradecimiento va para El otro amante y Homo-sapiensis, que ya no están, pero fueron los primeros en leerme y en comentarme. Los siguientes en acercarse aquí, Pe-Jota, Mocho, Josito Montes, gracias mil, de verdad, vuestros blogs son ejemplares, cada uno en su estilo. También le doy las gracias, y muy especiales, al "trío calavera", con quienes he perpetrado crímenes de lesa bloguedad bajo la forma de posts conjuntos sobre vídeos horripilantes y otros aún peores: Coxis, el más sensible y petardo, Polo el más silencioso e inteligente, Theodore el más de lo mejor de todo. Más recientes sois Manuel (el que mejor escribe), Ulises 1B (el bloguero más guapo), Revisión del Interior (el blog que yo querría escribir), Xim, The Aloofness (el bloguero del año), Diana nada a krall (¿dónde estará?), y los novísimos Argax, Molano, Stultifier (que encima me dio un premio, como Josito Montes: ¡gracias!), Uno. Dejo para el final a mis amigos de antes, de ahora y de siempre (parezco Joaquín Prat), Notorious, Pandora, Stanwyck (no hagas lo que hago yo, continúa el blog y thank you for coming), Traveler, Manolo el israelita (que tan poco se ha prodigado, no he sido capaz de engancharlo). De verdad, millones de gracias a todos, también a los que leéis y comentáis por correo, por supuesto.

No puedo seguir escribiendo este blog, me he quedado sin ideas y sin fuerzas. Aprovecho la coyuntura de cambio para dejarlo del todo. Reconozco que es una decisión súbita y no premeditada, pero algo me dice que es lo mejor que puedo hacer ahora y que es el momento adecuado de hacerlo. Seguiré visitando vuestros blogs y, estoy seguro, empezaré un blog nuevo, quizá con el mismo nombre, cuando esté asentado del todo y me sienta con fuerzas y con ganas de hacerlo. Me gusta demasiado esto como para dejarlo del todo. Quizá entonces alguno de vosotros me vuelva a leer. Nada me haría más feliz (Taylor).

Quien quiera estar en contacto lo puede hacer escribiéndome a lopeordetodo@gmail.com. Yo estaré en contacto a través de vuestros blogs, que espero que, al contrario que hago yo, no abandonéis por mucho tiempo.

Os deseo mucha suerte, amor y lujo.

Muchos besos
Adiós

Fernando

viernes, 11 de septiembre de 2009

martes, 8 de septiembre de 2009

La mirada lo dice todo

Estamos cenando en una cafetería, en silencio, mi hija, él y yo. La comida es insulsa. Le miro. No tenemos de qué hablar.

Salimos a la calle, volvemos caminando. El calor de la noche de agosto en Madrid es sofocante. La niña se quita los zapatos, yo los recojo. Él la monta a sus hombros. Se les ve tan felices.

Los miro, los observo. ¿Es ésta la familia que quiero? ¿Es ésta la vida que deseo? ¿Es esto la felicidad que anhelo? ¿Qué es esa música que suena en mi cabeza?

Están regando la calle. No puedo más con el calor, no me resisto y le pido al barrendero que me riegue.

sábado, 5 de septiembre de 2009

La canción pop perfecta: "Sweet dreams my L.A. ex", de Rachel Stevens



Llevo muchos años diciendo que el pop, como la ópera o el jazz, es un género musical agotado y la realidad me demuestra que estoy equivocado. Cuando pensaba que, con la industria musical hundida en el mundo de las versiones baratas (siempre peores que el original, o casi) y el karaoke de los sampleados, por fin tenía razón, la década de los "noughties", la primera del siglo XXI, va y se descuelga con joyas pop inesperadas.

Me ha costado elegir entre mis candidatas finalistas, y podría haberme decantado por cualquiera de todas las que voy a desgranar en esta entrada.



Guille Milkyway es un genio absoluto. Yo conocí a la Casa Azul con el famoso "Amo a Laura", que tengo que decir que tardé en saber si iba en serio o en broma (la cara de zorrón de la chica de azul les delataba). Sólo sabía que la canción era buenísima. De acuerdo que Milkyway recicla fórmulas pasadas, armonías de bossa nova, ritmos be-bop, melodías berlanguianas. Hace ya tiempo que no sigo Eurovisión, pero al Chiqui-chiqui no había quien escapase. Así que vi la final hispana en TV. Y me quedé pasmado con la Revolución Sexual. Es perfecta. Puro Eurovisión de los 70, con el añadido picarón de estribillo a tiempo lento y con piano y subida final de un tono. Armonías fabulosas, letra divertida, intrascendente pero bien escrita y mejor encajada en la música. Tiene un punto añadido para mí y es que los acordes del principio son los mismos, al mismo ritmo, que los de una de las canciones que mi grupo y yo grabamos en mi época pop. Pero no me comparo a Milkyway, ni loco. Espero un montón de este chico, va camino de convertirse en un histórico del pop patrio.



Sophie Ellis (que no José Félix) Bextor abrió la década con Murder on the Dance Floor, que nunca falta en el loop que me pongo para ir al gimnasio. Se la regalé a Stanwyck, que es mucho más moderno que yo, recuerdo escucharla juntos en su casa de Bruselas a todo volumen. El vídeo además me encanta, es muy gracioso, sobre todo "the altogether". Lo mejor de la canción es la frase "I know, I know, I know, I know, I know..:". ¡Qué pómulos! ¡Qué cutis!

También británicas como la Bextor, las Sugababes, que son de lo mejor en cualquiera de sus múltiples reencarnaciones y formaciones (hicieron una versión del Cars de Gary Numan), se sacaron este temazo de la manga. "Overload" funciona con sólo dos acordes. Me encanta cómo usan el ritmo de "Can you feel it", cómo tarda mucho en entrar el estribillo y cómo va subiendo la intensidad de la canción. Las voces son en directo, estas chicas saben cantar.



Tengo que reconocer que me gustan las Destiny's Child. Acabé muy harto de Survivor, como todo el mundo, pero este Bootylicious es bestial, además de muy divertido. Aquí no hay dos acordes. Hay uno solo. Además la cantante principal es Kelly, reina del head slide, y no Beyoncé, que hace sus gorgoritos en el estribillo. La Michelle, como siempre, está de relleno. Todas lucen, como corresponde, muslo en el vídeo, que está muy bien. Música contagiosa. "I don't think you're ready for this jelly".



Hace unos años me dio fuerte con Superstar, de Jamelia, y me sigue encantado. Me encanta la chica, me encantan sus piernas interminables. La canción tiene, como la de las Sugababes, sólo un par de acordes pero ganchos por todas partes: el "E-o, E-o, E-o" de los coros, por ejemplo. El estribillo es una gozada. Tengo que reconocer que la canción tiene un punto a Ottawan. ¿Os acordáis? Fueron lo peor de la música disco, su canción "D.I.S.C.O." con su flautita era repugnante. Pues ésta de Jamelia, que tanto me gusta, tiene la misma guitarra rítmica. Bueno, peor aún era "Hands up", que tendría cabida en el cancionero coxiniano.



Justin Timberlake baila muy bien y es una monada de chico. Además, va mejorando con el paso del tiempo. Ha sido listo y se ha juntado con la gente adecuada, saliendo del circuito de la música-chicle. A mí me gusta muchísimo este "Rock your body", que es puro Michael Jackson, como casi todo lo que hace el bueno de Justin. Hasta dice "girl" exactamente igual que el pobre Jacko (qué tremendo el entierro, ¿no?). Pero es muy mono, se le perdona casi todo.



Y termino con la canción ganadora, cuyo vídeo está al inicio: "Sweet dreams, my LA ex" fue el primer y mayor éxito de Rachel Stevens. (Gracias Theodore, me diste el hint hace no mucho, seguro que apruebas mi elección). Lo decía al principio, he elegido ésta sobre las otras, pero el orden es casi aleatorio, todas me parecen pequeñas joyas pop. Cosas que me encantan de Sweet dreams..: el compás sincopado (12/8 en vez del habitual 4/4), los golpes de guitarra, el puente que rompe estrofa y estribillos monocordes. Y quitando los detalles de baile al estilo Britney, el vídeo está bastante bien, sobre todo los juegos bondage con cintas. Como los que hizo Alaska en directo y se pegó un leñazo monumental en el Palacio de los Deportes.

El pop sigue vivo, esperemos que por muchos años. Me queda una entrada más en esta serie, la que cubre los años 60, década pop por excelencia. Después vendrá la más perfecta de todas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

¿Olvidadas? Holly Cole

Se recomienda leer esta entrada mientras se escucha la canción del último vídeo que se incluye en la misma.


Al veranillo de San Miguel (o al de San Martín) en Nueva York, en los países anglófonos, lo llaman "Indian Summer".

Octubre de 1995. Voy caminando por Nueva York, por Broadway, de regreso de la librería The Strand donde me he cargado de lectura para el otoño. Estoy en una etapa muy extraña de mi vida. Cumplir 30 años, estar a punto de cumplir 31, me ha sentado realmente mal. No sé si voy o vengo. Estoy recuperado -creo- de mi última depresión. Pero tampoco estoy seguro.

Hace un día perfecto. Cielos altos, de un azul intenso. Sol brillante. Temperatura cálida para octubre, ideal.

Me gusta estar solo. He empezado a escuchar jazz. Vocal, por supuesto. No sé si ambas cosas están relacionadas. Cruzo SoHo y veo Tower Records. Entro. Subo a la planta primera, que es donde se vende música clásica y jazz. Es una tienda pequeña, da casi la impresión de ser independiente, de no pertenecer a una cadena. Se acerca un chico. Un dependiente. Guapo, de mirada muy intensa. Me dice que si necesito ayuda se la pida. Me sonríe y me da a entender que se lo sabe todo. (Claro que se lo sabe. Todo y más. Pero eso lo descubriré más tarde).

Veo en un estante un disco de una cantante que desconozco por completo, Holly Cole. Piel muy blanca, ojos azules achinados, pelo oscuro. Mirada intensa. Todo en rojo y negro. La chica me atrae muchísimo. Llevo el disco a la caja. El chico (de la mirada intensa) me dice simplemente "great choice". Más tarde me diría más cosas, pero ésas me las guardo.



Una de las primeras entradas de este blog se llamaba "La portada de un libro" y en ella narraba cómo había comprado, por primera vez, un libro sólo al ver su portada, sin saber de qué trataba, algo que no había hecho antes. En esa entrada me refería al momento que he descrito antes. Compré el disco "Temptation" porque me sentí sumamente atraído por Holly Cole. A mí no me gustan las mujeres, pero algunas mujeres me vuelven loco, hasta el punto de haber llegado más allá, mucho más allá, de lo que en mí sería natural llegar con el sexo opuesto.

Holly Cole es canadiense y empezó trabajando con un trío (piano, contrabajo y percusión), haciendo versiones en clave de jazz limpio de canciones de otros músicos, como Lyle Lovett, Johnny Nash o incluso The Who. En el disco Temptation, que sigo escuchando con asiduidad, todas las canciones son de Tom Waits. A mí Tom Waits me parece un compositor excelso de canciones, aunque no comparta su estética vital o su angustia existencial (angustia existencial tengo, pero es de otra naturaleza y dimensión). Holly aportaba su voz aterciopelada y una lectura a la vez más clásica y más moderna de su música.



Vestidito negro corto y botas. Muy 1995. Se lo perdono, me encanta su voz. Y sus ojos.

En su siguiente disco empezó a coquetear con formatos más pop. Se lanzó a hacer una versión, quizá muy literal, del famosísimo Calling You, que Jevetta Steele cantó, diez años antes, en la película Bagdad Café. Que en su día fue la bomba, pero de la que nadie parece acordarse hoy. Bueno sí, los fans de Ana Belén.



Leo en su página web que hace un año publicó un nuevo disco, en clave de jazz puro, después de unos años experimentando con fórmulas más pop. Reconozco que no he seguido su carrera, que me quedé en Temptation y en su disco siguiente, "It happened one night". Me sorprende que una cantante de tal altura no haya realmente tenido una mayor audiencia, pues fuera de Canadá (y de Japón, donde todo es posible) apenas es conocida. A mí me gusta mucho más su voz que la de otra canadiense jazzera, que llegó más tarde que Holly Cole a la escena musical, Diana Krall, pero que ha arrasado en todo el mundo. Claro que Holly no toca el piano, ni está casada con Elvis Costello, ni tiene a Verve detrás.

En Temptation estaba esta maravilla de canción, "I want you", también de Tom Waits, que me sigue encantado, y que sigo incluyendo en todas las recopilaciones de canciones favoritas que sigo regalando. Porque yo regalo listas de canciones elegidas por mí, seleccionadas para personas queridas. Advierto que el clip es como muy cursi y que la canción puede parecerlo si se mira a la vez que se escucha, por eso os sugería que escucháseis mientras leíais. Pero la canción podría estar en la banda sonora de "One from the Heart", ¿verdad que sí?

martes, 1 de septiembre de 2009

Disco 1980

Estamos todos de acuerdo: 1979 marca el cénit de la música disco. Casi todos los grandes himnos del estilo musical que marcó la vida de tantos y tantos de nosotros, llevan esa fecha. Pero el disco no se agota en el último año de la década de los 70, sino que sigue vivito y coleando a principios de los años 80. Yo diría que algunas de las mejores canciones disco se publicaron entre 1980 y 1982. Y de eso precisamente trata este post.

No sé si fue en el blog de Stanwyck, Theodore o Polo que todos comentaron cuando fueron por primera vez a una discoteca. En mi caso fue, a punto de cumplir los 16 (y con el estreno de Pepi Luci Bom in the back of my head), en 1980. Discoteca: Caribiana, en la parte alta del Paseo de la Castellana de Madrid, que luego se convirtió en sala de espectáculos (Martes y 13, los Morancos, etc) y ahora es la tienda de informática del Corte Inglés.

Cuando entré sonaba esto:



El final del tema es muy conocido, "Relight my Fire", pero el inicio es lo que es bestial, levanta a los muertos. Vale, de acuerdo, es música publicada en 1979, pero los DJ de primeros de los 80 utilizaron esta música hasta la saciedad para empezar a llenar las pistas. En 1980 muchos grupos y productores utilizaban la misma fórmula que había elevado el disco a lo más alto, en ocasiones con resultados terroríficos, pero en otros con gran acierto.

The Whispers habían tenido un exitazo en 1979 con "And the beat goes on", y en 1980 nos regalan "It's a love thing". Eran un grupo vocal y de baile. Tengo que reconocer que me encanta el bailarín grandote barbudo y con el pelo afro (los cantantes bigotones clónicos dan algo de grima). La coreografía es maravillosa. Bueno, y me encanta la aparición de Dionne Warwick en el vídeo. Cómo se lo seguía pasando la gente, qué poco duró, qué pena. La estética era aún 70's.



En 1980, la gran diva, Diana Ross, se alía con los chicos de Chic y publica "Diana", uno de sus mejores álbumes, con bombas como "Upside Down", que ya colgué en su día, o este "I'm coming Out", con el rasgueo contagioso y frenético de guitarra de Nile Rogers y que no entiendo como no es el himno gay por antonomasia. Qué raros son los gays, elevando a Esther y a la hermana de Danii y olvidando a Diana. Whatever. Al loro el modelazo, las pieles y el divismo. Nadie le ha llegado ni a la altura del zapato. La música, por cierto, es en directo.



En su día, odié "Funky Town", de Lipps Inc, quizá porque encontraba que todo era muy falso, que no se divertían tanto como Sylvester, Chic o la propia Diana Ross, pero ahora no me puedo resistir a la canción. Estas chicas bailan mal, parecen sacadas (pobres) de una bar de carretera. La moda ya empieza a ser ochentera.



Los neoyorquinos The B.B.&Q. Band aparecían con su "On the beat". No hay imágenes, sólo música, una pena.



Y en 1982 se publica una de las mejores canciones disco de toda la era, "Forget me Nots", de Patrice Rushen , una música venida del jazz. La línea de bajo es espectacular, y aunque estemos en el año del Mundial de Naranjito, el espíritu es puro 1979. Brutal.



También el Funk produce en 1980 alguna de sus mejores obras, como este "Funkin' for Jamaica" de Tom Browne, que ha sido versioneado por uno de mis músicos favoritos de los últimos años, el japonés Towatei (con la colaboración de Les Nubians) y también lo fue por (¡horror!) Mariah Carey para la banda sonora de (¡pavor!) "Glitter". Interesados, pinchad aquí (Stanwyck, en el vídeo sale Mariah por triplicado).



Kool and the Gang, grupo irregular donde los haya, saca también en 1980 uno de sus mejores temas "Get down on it", cuya letra en discotecas españolas la gente tarareaba como "Qué cabrones" (del mismo modo que el "Give me hope Joanna" de Eddy Grant era en ocasiones "Chipirón, Joanna". Lo juro).



Pero el cambio en la música disco de los primeros años 80 lo marca un estilo nuevo, de ritmo algo más lento, con mucha influencia pop (algo que aportó Michael Jackson, a quien dejo fuera de este listado a propósito) que hoy llamaríamos R&B pero que entonces seguía siendo disco. Disco-Pop.

Shalamar fue un grupo fabuloso, encabezado por la divina Jody Watley (ya con hombreras) y con el bailarín Jeffrey Daniel, el que enseñó el Moonwalk a MJ, que produjeron este magnífico "Night to remember", aquí en directo. ¿Quién ese chico con pelucón y pajarita roja que hace coros al fondo? ¡Mi adorado Jermaine Stewart! (Nota para anglófilos: al inicio del vídeo sale, jovencísimo, ¡Jools Holland!)



Algunas luminarias del jazz y el soul se apuntan a la moda disco-pop con un poco de retraso pero con un éxito brutal. George Benson, guitarrista de jazz, arropado por Quincy Jones, da vida a "Gimme the Night", un joyón escrito por un compositor excelso, Rod Temperton. En el vídeo sale una sub-especie de la música disco (favorita de Stanwyck, Coxis -creo- y servidor), el roller-disco. Diversión sobre patines. Lo más. Pero no me enrollo con el roller-disco. Al igual que a Vicky "espasmódica" Larraz, me lo guardo para otra entrada.



Yarbrough and People nos dejaron este estupendo "Don't Stop the Music", con un tempo marcadamente más lento pero irresistible.



Aunque para irresistible y fabuloso, "Just be good to me" de la S.O.S. Band. El vídeo da saltitos de vez en cuando, una pena.



En el Reino Unido no se quedaban atrás y a principios de los 80 el batiburrillo afterpunk neorromántico produjo un hijo bastardo: los chicos de Imagination. O quizá debiera decir chicas, porque lo suyo es muy fuerte. "Music and Lights" es una maravilla. Al loro los modelazos. Ni Loco Mía se atrevieron a tanto. Y eso que a Loco Mía los vestían y estos chicos se vestían solitos.



Termino esta lista, que espero no se haya hecho demasiado peñazo, con algo que tenía preparado para una entrada de la serie "Lo peor de todo". Se trata de "Do you wanna spend the night" de Village People, que habían estado en el momento álgido de la música disco en la cresta de la ola y cuya casa de discos, quizá para demostrarle al mundo que eran un producto prefabricado de medio pelo, convirtió en new romantics e hizo grabar este horror, que ni es disco, ni nada. Pero ahí está para la posteridad.



Os regalo la portada del LP de los Village People "Renaissance" por si no os creéis lo del neo romanticismo. Sí, lo confieso, me compré el LP. ¿Qué pasa?



He decidido dejaros con buen sabor de boca. En anteriores entradas sobre música disco olvidé incluir una de las mejores canciones de aquella época, en este caso de 1979, pero que yo recuerdo de aquella primera noche en Caribiana. Este vídeo no tiene imágenes, pero la calidad del sonido es buenísima. "Heartache number 9", de Delegation.

domingo, 30 de agosto de 2009

Los peores vídeos de todos los tiempos: "Hawaii-Bombay" de Mecano

"Vosotros no me conocéis, pero siempre os he odiado"




Yo siempre odié a Mecano. Reconozco que me gustó mucho "Hoy no me puedo levantar" la primera vez que la oí en la radio, sonaba a grupo moderno, con posibilidades de estar más en la línea de los Pegamoides que en la de los Secretos, por ejemplo, pero a la tercera o cuarta escucha la voz tan desagradable de Ana Torroja empezaba a hacer un daño tal al tímpano que amenazaba con perforarlo. Luego los veías y te dabas cuenta de que todo era un montaje. Además, grababan con CBS, que era entonces como el anticristo del mundo de la música (Barón Rojo les dedico su memorable frase: "Tienes 11 años y pareces una vieja, vives prisionera de tus gustos ancestrales"), señal inequívoca de que todo era más falso que judas. Me colé en tu fiesta y Maquillaje corroboraron unos meses más tarde que eran lo peor. Pero lo peor de verdad, no lo peor de Breckinridge. Un asco, vamos.

He colgado este vídeo porque es, además de un horror, ejemplo de lo espantoso que era todo el concepto de Mecano. El buen rollito de Ana y José (más sobre José en los párrafos siguientes), Nacho haciendo de "malo rebelde" en este caso en plan "Joker meets Mad Max", las palabras al principio (qué horror, qué horror), la conversación en medio de la canción ("No me gusta que tu madre se quede sola"). Es todo tan ridículo, tan forzado, tan poco natural, tan feo, tan repelente, tan literal. Claro que la cancioncita es repulsiva.

A la hora de decidir mi peor vídeo de todos los tiempos no tuve duda de que sería de Mecano o aledaños. Sopesé la posibilidad de escoger el de la Fuerza del destino, pero Penélope me cae muy bien, la pobre; también revisé el de Japón, pero la canción, de puro idiota, tiene gracia. Y al final me di cuenta de que sólo podía ser de una canción compuesta por José María Cano. Porque todo lo peor de Mecano es de él.

Un poco loco, me río de janeiro, no es serio este cementerio, una rosa es una rosa, no hay marcha en nueva york, bailando salsa, el blues del esclavo, hawaii-bombay... ¿hace falta que siga? No sé si sabéis que cruz de navajas la escribió para... la Pantoja. No me meto en el otro territorio de JM Cano, el ñoño-sinfónico (aire, mujer contra mujer, me cuesta tanto olvidarte, hijo de la luna, tú) porque siempre me sale alguien que me dice que alguna de las canciones es buena. Puedo admitir a lo sumo que alguna es "bonita". Pero buena... No sé, a mí no me lo parece ninguna. Y si alguna música es decente, las letras, absolutamente insufribles, se lo cargan . Y si la letra es también pasable, la voz de la Torroja y su espantosa manía de decir "dijistes" y "vinistes" se lo cargan. Y si la voz es por una vez tolerable, te imaginas su imagen, en especial el pelo de la susodicha (ya sea la etapa estropajo o la lesbiana-butch) y ya deja de gustarte. Lo reconozco, les tengo mucha manía. Quien busque buen rollo o ecuanimidad, que no venga a este blog.

Claro que el ínclito Nacho Cano (que compuso la única canción de Mecano que de verdad me gusta: "El 7 de septiembre") también tiene su culpa. Por sus propias canciones ("Ay qué pesado", "Busco algo barato"... ¿tengo que enumerar más?) pero también por las compuestas para otros. Mi primer vídeo candidato al peor de todos los tiempos fue el de una tal Zanna que cantaba "Entra en mi cuerpo, sal de mi vida", de la BOS de la película "Sal Gorda" de Fernando Trueba. Pero aunque yo recuerdo un vídeo clip ad hoc, con la cantante revolcándose y toqueteándose sobre una cama en paños menores y perlas, ahora no lo encuentro, sólo imágenes de la tal Zanna, una rusa carnosilla, cantando sobre los títulos de crédito finales de la película. Se puede ver haciendo click aquí. Otra candidata era No controles, de Olé Olé, pero a Vicky Larraz me la guardo para otro post..., que me va a dar mucho juego.

Vuelvo a Mecano. A pesar de que los odiaba sin conocerlos, acabé conociendo a Nacho y José María cuando viví en Londres. Ambos se mudaron allá hace años. Al parecer, ni se ven ni se hablan. Al parecer, se odian a muerte. Los vi a ambos brevemente, por separado. Intercambié varias frases con cada uno de ellos. Uno me cayó muy bien, otro fatal. Adivinad.

Aunque no estudié en los jesuitas, a veces hago examen de conciencia y me pregunto si no seré demasiado malo con Mecano. Millones de personas que compraron sus discos, que fueron a sus conciertos en tantísimos países, que los veneraron, que han ido al musical Hoy no me puedo levantar, no pueden estar equivocados. A lo mejor son todo prejuicios de mi primera juventud, como tantos otros aún no superados, no resueltos.

Y entonces, en pleno examen de conciencia, me acuerdo de esto y me reafirmo.



Éste es un nuevo esfuerzo conjunto, coordinado y sincronizado de los blogueros más dicharacheros, Coxis, Polo, Theodore and Yours truly. No dejéis de visitar sus blogs.

sábado, 29 de agosto de 2009

Muriel

Dedicado a Coxis y a Pandora



"19.- ¿Quién es tu héroe de ficción favorito? Muriel Heslop, Dorothy Zbornak, Indiana Jones, Freddy Krueger, Han Solo."

Os estoy muy agradecido, queridos lectores, por la cantidad de respuestas que habéis dado al cuestionario Proust. Es la segunda entrada de este blog que más comentarios ha recibido. Me ha impresionado especialmente que, 12 días después de publicarla, se ha recibido una respuesta más, la del egregio Sr. Coxis, que ha provocado dos comentarios adicionales. Es decir, que algunos seguís yendo a leer comentarios y a hacer los vuestros 12 días después de publicada la entrada original. Me siento de verdad halagadísimo. Pero el mérito no es para nada mío, sino de Coxis, porque ha "ganado" de lejos el juego del cuestionario, al dar la respuesta perfecta. Ésa que figura en cursiva tras la foto.

Muriel Heslop es un personaje tan de ficción, que todos la llevamos dentro. Parece mentira que "Muriel's Wedding" tenga ya 15 años. Es una película maravillosa, redonda, que gusta tanto a modernos y modernas de hace 15 años y de ahora, abuelitos ingleses conservadores hasta la médula, niñas preadolescentes o padres y madres de familia de mediana edad. Tiene algo para todo el mundo. Y sobre todo tiene a Muriel Heslop, que es absolutamente adorable, alguien con quien todo el mundo se puede identificar de un modo o de otro. "It's not Muriel, it's Mariel".

Gran parte del mérito lo tiene, por supuesto, Toni Colette, una de las mejores actrices de carácter (¿se sigue usando esta expresión?) que hay en activo. Me muero de ganas de ver "United States of Tara", su nueva serie para HBO en la que da cuerpo a una mujer de personalidad múltiple. Aún no ha salido en DVD, ni siquiera en EEUU, estoy ya en lista de espera en Amazon.

Pandora, a quien dedico la entrada además de a Coxis, decía en su día que su modelo a seguir en la vida era no tanto Muriel como su hermana, que lo único que hace es fumar y beber cerveza mientras ve TV. Sin que le importe nada más. Yo creo que la clave está en el "sin que le importe nada más", aunque reconozco que, fumeque aparte, no me importaría pasarme la vida bebiendo cerveza y viendo la tele.

Espero que a mi adorada Pandora no le moleste que cuente uno de nuestros secretos comunes. No te enfadas conmigo, ¿verdad? Cuando salió La Boda de Muriel, que por cierto vimos cada uno por nuestra cuenta, Pandora y yo nos quedamos tan colgados de la peli que decidimos que nos íbamos a casar ella y yo y hacer una celebración ad hoc. Iríamos tras la ceremonia con todos nuestros invitados a ver Muriel's Wedding a un cine (cantaríamos las canciones, por supuesto) y luego celebraríamos el banquete de bodas en un VIP's. A mucha gente le sorprende, pero Pandora y yo somos grandes fans de VIP's. El menú del banquete sería... pues el menú de VIP's: ensalada césar de pollo, sandwich VIP's Club, tortitas con chocolate o Fundi Philadelphia. Cada uno que pida lo que quiera. Una boda a la carta. Los invitados comprarían luego los regalos de boda en la tienda VIP's (se animaba a la gente a que regalasen suscripciones a revistas, que Pandora y yo devoramos papel cuché). Y aunque no comiéramos perdices, habríamos sido muy felices.

Aunque aún no he renunciado a casarme algún día con Pandora, afortunadamente para ella (mucho menos para mí) este plan jamás llegó a materializarse, pero habría sido divertido, ¿a que sí? Siempre nos quedará Muriel. Mil gracias, Coxis, por darme pie a escribir esta entrada (me guardo a Freddy Krueger para otro día... Me da que te pone Harrison Ford, ¿estoy en lo cierto?).



p.s. Había escrito para hoy una entrada larguísima llamada "Disco 1980" sobre la música disco de los primeros años 80, pero me parece un poco rollo y me la he guardado de momento. Decidme si os apetece que la publique.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Lo peor de todo: Voyage of the Rock Aliens

Dedicado a Theodore, el que más sabe de música y de cine. Lo mejor de la red.

Sí, el que más sabe, pero... ¿conocerá "Voyage of the Rock Aliens"?

Un cantante olvidado (por algunos...), Braulio, fue a Eurovisión hace décadas con una canción pesadísima que comenzaba con la rima "A veces, hasta sobran las palabras...".

Las palabras sobran. Os dejo con imágenes y música. Os dejo con Pia Zadora, con un maromo/chulazo/pedorro de pacotilla y con mucho trash. Disfrutad. Y comentad mucho, por favor, mucho. Lo merece.



Pues sí, tras los títulos de crédito viene un numerito musical que empieza con ostentación de braga (la última, por cierto, no lleva, y otra las lleva manchadas). Nadie, NADIE, fue ni será nunca tan perraca como Pia Zadora. No sabe actuar, ni cantar ni bailar. Pero menuda guarra. Sorry.



Aquí el macizo, Craig Sheffer. Yo llevé el pelo así, cuando tenía, pero nunca he sabido hacer el "head slide" como él. El altarcito que tiene en la taquilla del colegio, dedicado a Pia Zadora, no tiene desperdicio.



Modelazos y más modelazos. Y hasta el mostruo de lago Zadora.



Lucha entre el monstruo del lago Zadora y Jason con la motosierra. El montaje es de peli porno de los 70.



Los aliens descogelan a los humanoides. Los efectos especiales son tecnología punta. La rubia no tiene desperdicio.



Diálogo entre Pia Zadora y la rubia. Profundo. A la altura de Johnny Guitar.



Se me olvidaba. Es la película favorita de todos los tiempos de John Waters. Si alguien necesita a estas alturas saber qué es el camp. Aquí está.

Premio



Gracias mil, Stultifier.

martes, 25 de agosto de 2009

Historias estadounidenses

Como dentro de poco me voy a vivir a los Estados Unidos de América (aún no me he hecho a la idea), estoy empezando a preparame. Estas vacaciones he leído "A people's history of the United States", libro de Howard Zinn que pretende mostrar una versión alternativa de la historia de su país.

Zinn se define a sí mismo como un historiador radical anarquista y su punto de vista es ciertamente atractivo: propone escribir la historia desde el punto de vista de los desprotegidos, los perdedores. Es decir, mujeres, indios y negros.

El libro, que me regaló mi chico hace un par de años pero no había leído hasta ahora, es sorprendente. Escrito en 1980, se utiliza ahora al parecer en algunos colegios y universidades como manual de historia. Es un libro sorprendente e impresionante, que no puede dejar a nadie impasible. Da por conocidos los principales acontecimientos históricos, pasa por encima de batallas, días señalados y Presidentes (sólo salva, por los pelos, a Jefferson, Lincoln -con poco convencimiento-, FDR y Eisenhower) y trufa todo el relato de experiencias personales de personas normales, sobre todo víctimas del "Establishment" y su credo fundamental, basado en dos premisas de partida: el patriotismo y el capitalismo.

Su visión es ciertamente marxista (o marxiana, nunca he sabido bien la distinción), considera que la historia es esencialmente económica, que es acelerada a voluntad por guerras de elección (utilizadas a placer por presidentes en momentos de debilidad institucional o crisis económica acompañada de descontento social) y que quien no pierde nunca es el sistema, basado en la industria, la banca y los dos partidos, pero que es ayudado por prensa, universidades y un círculo vicioso de beneficios empresariales/filantropía/capacitación cultural de las élites del que parece será imposible salir.

Zinn actualizó su libro a mediados de los años 90 y, de nuevo, tras el 11 de septiembre. Es una pena, porque esos añadidos son la parte más fallida del relato (no deja de ser una enumeración de quejas y reivindicaciones de tono "buenrrollitista" un poco estomagante), sobre todo porque hasta entonces deja un sabor de boca excelente por el rigor expositivo y la claridad de las ideas. También falla, en mi opinión, a la hora de explicar la "somatización" más reciente de la sociedad americana. Se lamenta de la falta de participación política y social, del creciente consumo de drogas, del alcoholismo,de la falta de oportunidades, pero no entra a discutir las causas que hacen que cada vez vote menos gente, que nadie se interese por la gobernanza, sino por sus necesidades económicas y sus ambiciones más materialistas. Tampoco analiza fenómenos que han dejado de ser marginales, como las abducciones por extraterrestres. Efectivamente, hay un porcentaje importante de norteamericanos (más del 1%, es decir, más de 3 millones de personas) que dicen haber sido abducidas por extraterrestres. En el epílogo se disculpa por no dedicar más espacio a la lucha de gays, lesbianas y otras minorías sexuales. En fin...

Más en serio, a mi modo de ver le falta analizar más en profundidad la revolución conservadora iniciada hace 30 años y sobre todo la creciente influencia de las fuerzas religiosas evangélicas en el país. Eso sí, ya en el primer capítulo del libro (que dedica al descubrimiento de América y a las lindezas de los primeros colonizadores) afirma que siempre hay elementos populares, gente como tú y como yo, participando en reuniones vecinales ("town hall meetings") dispuestos a reventar cualquier idea a cambio de defender, como si les fuese la vida en ello y en nombre de la tradición más rancia e injustificable, las posturas de las corporaciones más poderosas. Es decir, lo que está pasando ahora con la reforma sanitaria.

Se ha hecho un doumental basado en el libro, producido (creo) por Matt Damon (el libro de Zinn se menciona en "Good Will Hunting"), que tuvo su estreno en el pasado Sundance, ha pasado por museos y ahora se estrena en salas en EEUU. Hay una traducción del libro al castellano bajo el título "Otra Historia de los EEUU", pero no lo veo en venta por ningún lado.

Más información en http://howardzinn.org/default/ y en http://www.progressive.org/zinn0509.html

domingo, 23 de agosto de 2009

Respuestas proustianas

Millones de gracias a todos por participar. Muy en especial a Manuel, Theodore, Pandora, Pasa el Mocho, The Aloofness y Polo por las respuestas y por la sinceridad (que se pre-supone).

Me han impresionado muchas cosas: las virtudes elegidas por Aloofness, yo las había escrito casi igual, pero lo he cambiado para no decir lo mismo. Los héroes de ficción de Polo, con quien coincido casi al 100%: he dejado a Julien Sorel (¿cómo nos podemos identificar con un tipo así?) pero he quitado a Sancho Panza, para no ser idénticos; a cambio he metido a Iago, de Otello, el malo más realista de todos los tiempos. Mocho detesta a los fachas de izquierdas, qué puntazo (y el buenrrollitismo, que es LO PEORRR), me apunto, me apunto. Con Manuel comparto la idea de la felicidad perfecta; con Pandora, ídolos de ficción escritos por Nabokov (bueno, y tantas cosas más, o al menos eso espero, porque es perfecta). De Theodore me fascina lo escurridizo e inteligente de sus respuestas ("¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta? No preguntarme si soy feliz o no": toque magistral). Pero qué listo. Y además compartimos problemas capilares.

Bueno, pues se termina el juegucito. Aquí van mis respuestas:

1.- ¿Cuál es tu virtud favorita?

El sentido del humor; la bondad verdadera.

2.- ¿Cuál es la virtud que más valoras en un hombre?

Que no se crea que todo gira en torno a él

3.- ¿Cuál es la virtud que más valoras en una mujer?

Que no se crea que todo está en su contra

4.- ¿Cuál es la virtud más sobrevalorada, en tu opinión?

Las religiosas; la bondad superficial.

5.- ¿Cuál es el trazo de tu personalidad que más deploras?

La impaciencia

6.- ¿Cuál es el trazo de la personalidad de los demás que más deploras?

El desinterés, la desidia, la estupidez. Lo deploro en los demás y en mí mismo.

7.- ¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?

Despertarme a diario abrazado al cuerpo calentito de la persona que corresponde mi amor. También desayunar al aire libre, en plena naturaleza, fruta fresca, fiambres, pan caliente, huevos, café recién hecho.

8.- ¿Dónde y cuándo fuiste más feliz?

Podría decir cualquier momento de los últimos 12 años, podría decir que esta última semana, en Ibiza (mentí, no estoy en el desierto sino en el norte de la isla de Ibiza, "en llegando" a Portinatx, muy aislados, eso sí), podría decir que aún no ha llegado mi momento más feliz. Como tengo que elegir, diré Londres, primera semana de septiembre de 1998.

9.- ¿Cuál es tu idea de la infelicidad más absoluta?

Mi vida tal como era hace más de 12 años.

10.- ¿Cuál es tu principal defecto?

La impaciencia. El machismo inefable que soy incapaz de sacudirme. Pero podría seguir y seguir y seguir...

11.- ¿Qué frase o expresión utilizas con más frecuencia?


“Lo peor de todo”, “lo peor”, “total”, “menuda guarra” (Notorious, que está calladita siguiendo el juego, seguro, añadiría que "chochazo" es la palabra que más frecuentemente pronuncian mis labios, pero NO es cierto).

12.- ¿Qué es lo que más te desagrada de tu apariencia?

El pelo. La lorza rebelde.

13.- ¿Qué es lo que más detestas?

La religión. Sobre todo, la creencia, impuesta por las religiones, de que no hay ética fuera de sus valores.

14.- Si pudieses cambiar algo de ti, ¿qué cambiarías?

Todo menos mi chico (que tampoco es mío mío), así que mejor no empiezo.

15.- ¿Qué o quién es el mayor amor de tu vida?

Él, ¿quién si no? El mayor y el único amor.

16.- ¿Quiénes son tus escritores favoritos?

Flaubert, Conrad, Stendhal, George Eliot, Edith Warton, Camus.

17.- ¿Quiénes son tus pintores favoritos?

Carpaccio, Mantegna, Caravaggio, Velázquez, Barnett Newman

18.- ¿Cuál es tu ocupación favorita?

Follar, leer, comer. Hacer planes. Escribir este blog está acercándose. Me encanta no hacer nada, pero sólo cuando tengo cosas que hacer.

19.- ¿Quién es tu héroe de ficción favorito?

Julien Sorel, Milou, Humbert Humbert, Iago.

20.- ¿Con qué figura histórica te identificas más?

Cualquier griego pagano y maricón de la época de Pericles. Iba a decir el Emperador Adriano, pero es un poco cursi.

21.- ¿A qué persona viva admiras más?

Gore Vidal.

22.- ¿Cuáles son tus nombres favoritos?


Los de mis perros (reales e imaginarios): Lulé, Lelo, Kiko, Tron, Bobo, Gaia. De mujer: Ana, Patricia, Laura. De hombre: Alonso, Enrique.

23.- ¿Cuál es tu color favorito?

El rojo.

24.- ¿Qué talento te gustaría tener?

Cualquier talento artístico, en especial dibujar. Hace años habría dicho saber amar, pero al parecer me han enseñado.

25.- ¿Cómo te gustaría morir?

Solo, sin dolor, y sin que nadie me eche en falta. La muerte me atrae muchísimo, me obsesiona.

26.- ¿Qué falta te merece más indulgencia?

Las causadas por la lujuria o la gula.

27.- ¿Cuál es tu estado de espíritu actual?


Contento, excitado.

28.- ¿De qué te arrepientes más?

No lo voy a contar aquí. Pero quizá por encima de todo de no haber sabido querer mejor a mi madre.

29.- ¿Cuál es tu lema?

Lo mejor está por llegar.

martes, 18 de agosto de 2009

Cuestionario Proust



Como dentro de una hora me voy a pasar unos días de descanso al desierto, y aunque me he cerciorado de que hay conexión a internet y me llevo el ordenador (sí, el que perdí pero luego recuperé), propongo un juego (sí, le copio la idea a Theodore, qué pasa) veraniego. Os va a gustar, que os conozco.

Seguro que sabéis (y si no aquí estoy para contároslo) que Marcel Proust, escritor francés que apenas salía de su casa y aún así escribía como los ángeles, se inventó en 1886, cuando aún era un chiquillo, un cuestionario de unas 30 preguntas con la idea de que amigos y conocidos lo rellenasen. Por su parte, la revista Vanity Fair (la de verdad, en inglés, versión EEUU, nada de Preysleres o Pés en la portada, please) utiliza desde hace 15 años su última página para someter a algún famosillo o famosilla a un "cuestionario Proust" algo distinto al original.

Así que he pensado, queridos lectores, hacer un batiburrillo (Stanwyck, nunca te agradeceré lo bastante que recuperases esa palabra tan maravillosa) y proponeros mi propio "Cuestionario Breckinridge-Proust". Omitiré, aunque bien me gustaría, preguntas de tipo procaz, pero si alguien quiere añadir a sus respuestas azúcar, que diría Celia Cruz (la pobre) o "spice", que diría Geri Halliwell, bienvenidos.

Respuestas. Sí queridos lectores, de lo que se trata es de que respondáis, con sinceridad (o sorna, pero mejor sinceridad) y con brevedad a las preguntas que aquí os formulo, ya sea en los comentarios a esta entrada o en vuestros propios blogs. Los más tímidos -o los más lanzados, que se puede interpretar de ambas maneras- me lo pueden enviar por correo electrónico (en la página del perfil hay un enlace). Yo publicaré, por supuesto, mis respuestas en algún momento de los próximos siete días. Daré tiempo a que lleguen respuestas. Avisad a vuestras cuñadas, vecinas, caseras, enemigas, amigas, empleadas, jefas y lo que haga falta. Polo, Coxis, aunque estéis de viaje, haced un huequecillo en vuestras agendas. Ésta es de esas entradas que harán historia en la blogosfera.

Allá van las preguntas. Las he manipulado un poquitín y las he dejado en 29, que es un número primo. He evitado la corrección política del vosotros/vosotras y he optado por no utilizar el símbolo @ para indicar que las preguntas se refieren tanto a mujeres como a hombres. Sabréis perdonármelo, espero. Tú también, Bibiana.

1.- ¿Cuál es tu virtud favorita?

2.- ¿Cuál es la virtud que más valoras en un hombre?

3.- ¿Cuál es la virtud que más valoras en una mujer?

4.- ¿Cuál es la virtud más sobrevalorada, en tu opinión?

5.- ¿Cuál es el trazo de tu personalidad que más deploras?

6.- ¿Cuál es el trazo de la personalidad de los demás que más deploras?

7.- ¿Cuál es tu idea de la felicidad perfecta?

8.- ¿Dónde y cuándo fuiste más feliz?

9.- ¿Cuál es tu idea de la infelicidad más absoluta?

10.- ¿Cuál es tu principal defecto?

11.- ¿Qué frase o expresión utilizas con más frecuencia?

12.- ¿Qué es lo que más te desagrada de tu apariencia?

13.- ¿Qué es lo que más detestas?

14.- Si pudieses cambiar algo de ti, ¿qué cambiarías?

15.- ¿Qué o quién es el mayor amor de tu vida?

16.- ¿Quiénes son tus escritores favoritos?

17.- ¿Quiénes son tus pintores favoritos?

18.- ¿Cuál es tu ocupación favorita?

19.- ¿Quién es tu héroe de ficción favorito?

20.- ¿Con qué figura histórica te identificas más?

21.- ¿A qué persona viva admiras más?

22.- ¿Cuáles son tus nombres favoritos?

23.- ¿Cuál es tu color favorito?

24.- ¿Qué talento te gustaría tener?

25.- ¿Cómo te gustaría morir?

26.- ¿Qué falta te merece más indulgencia?

27.- ¿Cuál es tu estado de espírtu actual?

28.- ¿De qué te arrepientes más?

29.- ¿Cuál es tu lema?

Copiad, pegad y rellenad. Es un poco largo, pero prometo que va a ser divertido. Por supuesto, no habrá comentarios a las respuestas, cada cual que diga lo que quiera que se le respetará. Si alguien quiere omitir una pregunta se tomará nota pero se aceptará.

domingo, 16 de agosto de 2009

Arroz con berenjena y chorizo ibérico

Atención/Disclaimer: Esto no es una receta de paella. Esto no es, en ningún caso, una receta de paella. El autor de este blog, y de la presente entrada, es madrileño y no tiene ninguna conexión familiar, étnica o racial con el Levante peninsular. Nunca jamás pretendería hacer paella, y mucho menos atreverse a dar una receta de la misma. Eso es un privilegio reservado a valencianos y levantinos, tanto a aquéllos que saben cocinar como a aquéllos que no saben ni cascar un huevo pero que, sólo por razón de su origen geográfico, étnico o racial, están imbuidos de sabiduría paelleril.

El otro día no teníamos casi de nada en la nevera, sólo una punta de chorizo ibérico (muy bueno, eso sí) y una berenjena. Decidí improvisar un arroz ad hoc y como salió muy rico, cuento aquí el proceso de elaboración. Que no escribo nada de cocina.


Lo primero es cortar en cubos pequeños la berenjena. Se corta, se pone en un colador, se salan los cubitos y se deja reposar un buen rato. A la berenjena le encanta el aceite y para evitar que absorba demasiado se lleva a cabo este proceso que sólo requiere empezar la preparación una hora antes de empezar a cocinar. Pasada esa hora (puede ser menos) se enjuaga bien la berenjena cortada y se seca con un paño de cocina.

Otro trabajo preliminar es preparar el caldo. Siempre tenemos caldo en el congelador, creo que lo comenté en alguna receta previa: se cuece en la olla exprés un muslo (con contramuslo) de pollo, un par de zanahorias peladas, un puerro o una cebolla (si se pone la piel de la cebolla el caldo será de color oscuro), apio, sal y pimienta en grano. 30 minutos y el caldo está perfecto: se congela en bolsas para cada ocasión futura. Con la carne del muslo de pollo se pueden hacer croquetas, por ejemplo.

Durante el proceso de lavado y secado de la berenjena se puede ir empezando a cocinar. En una sartén de hierro de base plana (o en paellera, pero esto no es una paella) se pone un fondo de aceite y, cuando éste está caliente (fuego medio-lento) se fríen tres o cuatro dientes de ajo.


Mientras se van friendo, en un mortero se junta un buen pellizco de azafrán (hay que ser generosos con el azafrán, es un ingrediente clave), otro de sal Maldon o similar y unas hojas de perejil. Cuando los dientes de ajo están bien dorados, se sacan y se añaden al mortero. Se maja todo muy bien hasta que quede una pasta homogénea que, por cierto, huele a gloria. Se pone el caldo a hervir en un fuego aparte.


En la sartén caliente se añaden los cubitos de berenjena, que deben haber sido bien secados, y se doran bien dorados.


Mientras tanto, se va cortando el chorizo también en cubitos pequeños. Apareció de repente en un armario una lata de pimientos del piquillo: saqué unos cuatro bien hermosos y los corté también en trocitos pequeños.

Una vez bien dorada la berenjena, se añade el chorizo en cubitos.


En todo este proceso conviene que el fuego esté a medio gas, ni muy fuerte ni muy flojo. La berenjena, sedienta de lípidos, absorberá parte de la grasa del chorizo, pero no importa. Una vez empieza a churruscarse el chorizo, añado los pimientos del piquillo y los rehogo bien.

Es el momento de añadir el arroz.


Yo uso arroz bomba de Calasparra, en cualquier caso es importante que sea de grano corto y que uno le tenga cogido el punto de cocción, que varía mucho en función del grano y del lugar (altitud, sobre todo) en que se haga. En Madrid, el arroz bomba me requiere tres veces su volumen de líquido. Añado el arroz a la sartén y lo rehogo bien con la verdura y el chorizo. Una vez está todo bien mezclado y todos los granos de arroz están cubiertos de aceitillo, añado dos buenas cucharadas de tomate triturado. O tres. O cuatro. Aquí es realmente a gusto del consumidor. El tomate saltará un poco, conviene removerlo bien y mezclar todos los ingredientes de modo uniforme.


Llega el momento de añadir el líquido. Como decía, se añade caldo a razón de tres veces el volumen del arroz. Yo suelo desleir el majado del azafrán, ajo y perejil con el caldo, que debe estar hirviendo en el momento de añadirlo. Suelo pasar parte del caldo por el mortero y verterlo directamente de éste a la sartén.


Es importante que el fuego esté fuerte y se deja hervir todo el guiso de modo uniforme (hay que procurar que no cueza una parte de la sartén y otra no) durante 5 minutos.


Se baja el fuego y se deja cocer 12 ó 13 minutos más a fuego lento.




Es el momento de fregar cacharros, poner la mesa y, por supuesto, preparar el aperitivo. Con la cocción hay que estar atentos, no se nos vaya a quemar por abajo (aunque ¿a quién no le gusta el socarrat?) o se nos vaya a pasar el arroz. Por eso es importante saber qué arroz usamos y dónde estamos. Pasado el tiempo, que puede acortarse o quizá alargarse un poco, la cocina no es una ciencia exacta, se apaga el fuego y se cubre el arroz con un paño de cocina previamente empapado en agua.


Se deja reposar un mínimo de 5 minutos y yo diría que no más de 10.


Si no se ha empezado ya antes, es el momento de tomar el aperitivo...


Se sirve el arroz listo en los platos. Lo acompañamos con un buen tinto de verano, que (lo siento, puristas del vino) es lo que más apetece en estas fechas. Voilà!


Esto se parece cada día más a un fotolog.

sábado, 15 de agosto de 2009

La extraña pareja

Lo siento no puedo resistirme a colgar esta foto, que figura hoy en la portada del Financial Times.



¿No es la pareja más marica del verano?





El perro, Aldo, es de Medvedev. Una monada.



Y Putin (¿putón?), es el sugar daddy. Un poco fuerte para un país tan macho, que entre otras cosas prohíbe cualquier manifestación LGTB, ¿no?



Por cierto, que el principal titular del día en el FT, al lado de la foto que da inicio a este blog, es que la economía española se hunde aún más cuando se empiezan a ver novedades positivas en otras economías de Europa. Dice el artícuo que nos quedan al menos "dos o tres" años más de penuria. Algo distinto a lo que nos cuenta la prensa de aquí, me da la impresión. Aunque tampoco sorprende nada.

viernes, 14 de agosto de 2009

Lulu in a taxi

No me cansaré de decirlo. Una de las mejores cosas de Madrid, en agosto y todo el año, son los taxis. Y soy usuario muy frecuente, más de lo que le gustaría a mi monedero, así que sé de lo que hablo. Hay muchos taxis en circulación, son baratos, te llevan donde les digas y casi siempre los taxistas son educados y encantadores.

Me van a caer palos por el último comentario, porque todo el mundo tiene en mente el cliché del taxista facha, pesetero, maleducado, gruñón y pesado con la Cope a tope o Radio Olé aún más a tope. Pues sí, haberlos, haylos, pero de verdad que son una excepción.

Como también fue una excepción el de ayer por la tarde. Nos subimos. "Buenas tardes, a la calle Velázquez número tal, por favor". Y de repente, una vez bien asentado y en marcha, escucho de fondo a una soprano desgañitándose sobre una música tan difícil como sublime. Y lo reconozco de inmediato: el final del Acto 1 de Lulu, de Alban Berg, una de mis óperas favoritas. Hay taxistas en Madrid que se ponen ópera dodecafónica para entretenerse mientras trabajan. Pero ¿cómo no me va a gustar esta ciudad?



Descubro con gran pena que ya no hay en la web vídeos de la Lulu que Christine Schäfer, la mejor intérprete del personaje de los últimos años, cantó en Glyndebourne. Pero sí está éste que dejo, con Anja Silja, la mejor Lulu de todos los tiempos.

Y dejo otra Lulu que también merece la pena.

lunes, 10 de agosto de 2009

Agosto



Llevo muchos años pasando la mayor parte del mes de agosto en Madrid. Siempre ha sido un buen mes para estar aquí: supuestamente hace ya menos calor, supuestamente hay menos gente, supuestamente hay menos tráfico, supuestamente...

Las cosas han cambiado mucho, la verdad. Antes Madrid se vaciaba por completo durante la práctica totalidad del mes, pero ahora ya no es así, se queda mucha más gente. Lo achaco a tres factores distintos, que se superponen. El primero es que la gente no es tonta, ni yo el más listo de la clase. En Madrid en agosto, la verdad, se está muy bien, sobre todo porque el ritmo de la ciudad se relaja, tenga uno que trabajar o no. El segundo factor es el cambio demográfico de la última década: leo por ahí que más del 20% de la población de la ciudad es extranjera y los foráneos no tienen la obsesión por largarse en agosto (y una mayoría de ellos, además, no pueden si no quieren perder su trabajo, no lo olvidemos). Finalmente, está el turismo. Hasta hace relativamente poco a Madrid venía un turismo muy de fin de semana, de corte europeo-culto. Éstos siguen viniendo, pero también hay mucho jovencito en busca de marcha y paraísos artificiales fáciles, mucha familia italiana y francesa, mucha pareja de gays de mediana edad. Ya lo decía MacNamara: "Mucho guiry, mucho gay".

Este fin de semana pasado he estado en dos de los sitios que para mí significan el agosto madrileño. Son dos de mis sitios favoritos de la ciudad, como también lo son de tanta otra gente, no voy a descubrir nada nuevo.

El Jardín Botánico es uno de esos lugares que a uno le cuesta comprender que hayan perdurado en el tiempo. A punto estuvo de desaparecer tras la guerra civil, abandonado a su suerte. Pasaron décadas de abandono (nunca total, siempre hubo jardineros que lo cuidaron con sumo cariño, dentro de sus posibilidades) hasta que volvió a abrir, a finales de los años 70. Mi madre me llevó a visitarlo esa misma semana en que abrió de nuevo al público, y yo no he dejado de ir con regularidad desde entonces. Hace justo 20 años estaba yo en la fase final de mis oposiciones y me pasé todo el mes de agosto estudiando en los bancos del jardín botánico (y también en los del patio del Reina Sofía, sobre el que escribiré pronto). Siempre he estudiado tumbado, también me gusta leer en horizontal no sé muy bien por qué. Me llevaba mis temas, me tumbaba en un banco con sombra y ahí me quedaba. Entonces la entrada costaba un duro, ahora cuesta dos euros (es decir, en 20 años el precio se ha multiplicado por 64). Entonces estaba vacío en agosto. Ahora está lleno.

Hay algo muy satisfactorio en el jardín botánico y deriva de la continuidad en el tiempo. Fue creado como tal, con su diseño a tiralíneas, por los ilustrados del siglo XVIII y así ha seguido, atravesando todas las vicisitudes de una historia tan tumultuosa como la de esta ciudad, la de este país. Pocos jardines botánicos tienen un pedigrí tan noble: quizá sólo los de Florencia (con sus plantas venenosas), Palermo (con su ficus milenario), Oxford (tan cerca del campo de fritilarias silvestres) o el Physic Garden de Chelsea. Aunque agostado, como es de esperar en agosto, siempre hay algo en flor. Ayer había dalias y granados de doble flor, muy roja, los que luego no producen fruta. Los de la foto del inicio.

Mi otro rincón favorito del verano, del agosto madrileño, es la terraza de las Vistillas. Nos llevaba mi madre de pequeños al merendero, seguí yendo por mi cuenta con mis amigos Javier y Antonio cuando estábamos en la universidad y ahora, que vivo cerca, voy al menos una vez a la semana con mi chico, a quien gusta el lugar tanto como a mí. En las Vistillas uno se da cuenta de uno de los grandes lujos de esta ciudad, y es su proximidad a la naturaleza. Si uno mira hacia el noroeste, sólo ve árboles: primero el Parque de Atenas, luego el Campo del Moro, más allá la Casa de Campo, después el Monte del Pardo y al final la sierra. Si no fuera por la catedral de la Almudena (qué fea es la pobre, y eso que su cúpula encaja bien entre los chapiteles del Madrid de los Austrias), la vista sería aún mejor. En el merendero te sirven cosas muy básicas (pollo frito, tortilla, croquetas, conejo al ajillo), y quizá algo caras, pero todas buenísimas. Y tiene al mejor camarero que exista, Vicente. El otro día fui yo solo a tomarme una cerveza, estaba lleno y me puso una mesita extra para mí. Una chica que hacía cola le pidió que le pusiese otra a ella y Vicente le dijo que no, que es que yo era el dueño y por eso tenía el privilegio. Luego me tuvo que cobarar a hurtadillas para que no se diese nadie cuenta de que había mentido. Es lo mejor.

Las puestas de sol desde las Vistillas son inolvidables, sobre todo a finales de agosto, a finales de verano. Siempre lo digo, no hay luz más bonita, al menos en Madrid, que la de las tardes del final del verano, cuando todo se tiñe en una sucesión de colores fuertes, amarillo oscuro, naranja, rojo, morado. Las golondrinas se van a dormir y salen de paseo los murciélagos, con su vuelo errático tan divertido. La luz se va apagando, Vicente sigue sirviendo pollo al ajillo, sangría y tercios de Mahou, corre la brisa y en seguida se empieza a echar de menos tener una chaqueta a mano y yo me siento feliz de vivir en Madrid. Tanto más ahora, que me queda tan poco.