sábado, 25 de abril de 2009

Juego de niños



Ordenando fotos en mi ordenador, encontré ésta del "New Museum" en Nueva York. Es uno de los pocos edificios nuevos de la ciudad que de verdad me gustan, con su apariencia de cajas de zapatos apiladas (algo parecido a lo que yo construía de pequeño sin parar con el lego, mi juguete favorito) y su exterior de malla metálica. Es obra de un equipo de arquitectos japoneses, Sanaa, que están construyendo algo en Valencia y que me temo que en poco tiempo serán nuevas estrellas arquitectónicas y perderán su estilo limpio en aras de las demandas de sus clientes y del público en general, que parece tenerle una especial querencia a la arquitectura rara. Muchos arquitectos de verdad buenos se han perdido en ese juego de niños de buscar llamar la atención.

La arquitectura no es ajena a la infantilización de la sociedad. Más bien la contrario, parece que los arquitectos se empeñan en diseñar y construir edificios cuanto más extraños mejor, con el nada oculto deseo de conseguir lo que ya se conoce como el efecto "wow". A veces, como el Guggenheim de Bilbao, se consigue una obra maestra. Otras veces, la mayoría, acabamos con desastres que están pasados de moda a los tres días de su finalización. Un gasto innecesario, casi siempre, al menos en Europa, a costa del erario público. Una pena.

La verdad es que escribo poco sobre arquitectura y es una de las cosas que más me gustan. Cuando lo hago es en la serie de escaparates y acabo contando historias paralelas, como hice con Enrique P y los abrazos rotos. Por cierto, querido lector, la foto de arriba tiene un punto "los abrazos rotos". Si no te has fijado bien, mira esta segunda toma: tres personas, todas de negro (no olvidemos que es NY) están asomadas a una terraza del edificio. Seguro que tenían unas vistas buenísimas. Y seguro que hay una historia detrás de esta reunión. Siempre hay una historia.



Curiosamente encontré otra foto neoyorquina y me hizo pensar en que los dos edificios, el nuevo del New Museum, y éste de ladrillo que está por Murray Hill no son tan distintos, ¿no creéis? Debe ser la sensación de elementos geométricos apilados uno sobre otro. Me encanta el mosaico arcoiris que corona la ventana superior. Y la ventana redondeada a media altura. Y que a la izquierda asoma el remate del Empire State Building.



Me gustan mucho algunas arquitecturas neoyorquinas, y lo que más me gusta es su encaje en el tejido de la ciudad. Es todo un desafío, pues construir siempre se convierte en meter algo nuevo en un espacio urbano muy denso y muy consolidado. Debe ser un desafío formidable, aunque más veces de las deseables da la impresión de que el arquitecto de turno está "colocando" un diseño que guarda en su carpeta, sin tomar en consideración el entorno. Es una de las cosas que me gusta del New Museum: encaja bien en su emplazamiento, The Bowery, que a pesar de todo sigue siendo centro de la bohemia artística neoyorquina, cuyo esplendor decadente retrató Nan Golding a la perfección en su serie de fotos tan brechtiana "The ballad of sexual dependency". Era tradicionalmente un espacio de talleres y pequeñas fábricas, por lo que el aspecto exterior del nuevo edificio está en su entorno natural.

Lo mismo ocurre con este otro edificio, la sede de Pepsi Co, donde además tuvo su despacho Joan Crawford. Que es otro punto a su favor.



Estamos ahora en otro entorno, esto es Park Avenue. El cogollo más rico del mundo occidental. Y estamos en los años 50, cuando se empieza a construir en cristal, en este caso transparente. Tenemos tan visto este tipo de arquitectura moderna que dejamos de valorarla. El volumen es perfecto, el encaje en una zona de gran riqueza también lo es, gracias a que los materiales utilizados son también lujosos. El edificio fue admirado entonces y lo es hoy, por mucho que ya pocos nos fijemos en una simple cajita de cristal.

Todo es cuestión de encaje, pero no en el sentido de adaptarse al estilo prevaleciente, sino en intentar sacar partido de las condiciones del lugar y tratar de crear ciudad, sin estridencias pero tampoco sin concesiones. Termino esta entrada, que más parece de un fotolog, con la foto de un edificio de la calle 48, casi esquina a la tercera avenida, que vi por primera vez en mi último viaje a NY, hace poco más de un mes. Es curioso, siempre me alojo en esa parte de la ciudad (porque es por ahí donde se celebran las reuniones de trabajo a las que voy) y nunca habia reparado antes en el edificio. Tiene una explicacion: siempre camino por la calle 47 (que hasta hace unos años tenía bastante puterío) pero nunca por la 48. Pues en plena noche me encontré con esta joya, y tuve la suerte de llevar la cámara a cuestas:



La foto no es muy buena, pero se puede ver la estructura del edificio, sus paredes de bloques de cristal iluminado, refulgiendo en plena noche. He intentado buscar información sobre el mismo, pero aún no he encontrado nada. Se parece mucho a otra joya arquitectónica, "la maison de verre" que Pierre Chareau construyó en París en los años 20, por lo que deduzco que esta casa debe ser de la misma época. El racionalismo arquitectónico es una bendición, marca el inicio de la aplicación de los principios modernos a la construcción, pero con técnicas aún tradicionales. Y sin ánimo de llamar la atención más de lo imprescindible. Porque este edificio, que no tardará en cumplir 100 años, es una "town house" tan típicamente neoyorquina como las que tiene a izquierda y derecha. Perfectamente encajado en su entorno. Y sigue siendo, a pesar de su edad, moderno a rabiar y sin necesidad de gritar "mírame, estoy aquí".

11 comentarios:

theodore dijo...

Hola Breckinridge. Qué chulo todo, ¿no? Las fotos, los comentarios, los detalles (lo del trío asomado con una historia a sus espaldas ha sido fabuloso). Y qué grande el museo, es verdad que es como una estructura de lego (hecho por un niño curioso o puñetero, con ganas de comprobar si cede por algún lado), qué bueno.

Pero lo Mejor de Todo es que aparezca Joan Crawford en el post. Me la he imaginado montones de veces entrando a sus oficinas hecha una mala pécora (El Diablo Bebe Pepsi?) y todo el personal queriendo odiarla pero arrobados ante una mujer con tanto poderío y que levantaba tan bien la ceja.

Squirrel dijo...

Sabía que el momento Joan Crawford me proporcionaría éxito. Por supuesto que el diablo bebe Pepsi, está malísima, no entiendo a la gente que le da igual Coca cola que Pepsi (uy, esto me da para un post total). Sólo conozco una mujer que levanta la ceja mejor que Joan Crawford. Y es conocida por el nombre de Pandora.

El museo es precioso, Theodore, uno pierde la fe en NY y luego se encuentra con joyones como éste, totalmente financiado por donaciones privadas pero no tanto de los mecenas chungos de turno, sino más bien de gentes de a pie. Ay, NY, qué enganchado me sigue teniendo.

Revision Interior dijo...

La verdad es que el museo de SANAA en Nueva York es una pasada, el año pasado organizaron una exposición de estos arquitectos en el MUSAC de Leon y venia todo el proceso de diseño, muy interesante. Lo mejor del museo es la luz que penetra en los diferentes espacios a través de los lucernarios de los techos que quedan libres por el movimiento de los distintos volumenes.

Aunque cada vez son mas conocidos, dicen que no van quieren construir mucho, pues ellos supervisan todo y no pueden hacer muchas mas obras a la vez de las que ya hacen.

Pandora dijo...

Breck, por favor. Again. HAY que hacer el post sobre la diferencia entre Coca-Cola y Pepsi. Totalmente de acuerdo, cómo a la gente le puede dar igual?? Es como con la coca light, puaggggggggggggggggggggg
Gracias por lo de la ceja. Ya sabes que soy una chica fácil (o previsible, o las dos ) y estás cosas touch me.
Se pueden mandar fotos a tu blog, en vez de comments? Me gustaría mandar una de un rascacielos de Harare.

El Cinéfilo Ignorante dijo...

No sé si uno se puede decepcionar con NY. La he probado dos veces y estoy deseando comérmela entera (vale, vale) - o sea, vivir allí.

Sabes que a mí también me atraen enormemente los rascacielos. Que en NY encontré el mejor caldo de cultivo, y también en Boston y en Houston. Ahora vuelvo de París (nada glamourso un viaje de fin de curso con 58 pupilos) y entre lo más me gusta está el conjunto de rascacielos de la Défense.

Me gusta la alusión a las tres personas. Sí, siempre hay una historia aunque sea anodina. Y más en Nueva York.

Sí, me apasiona la política. En sensualista hay alguna entrada sobre el tema.

Pero ¿es Harare la de Zimbabwe? Qué chulo.

Chevy dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Chevy dijo...

A mi, la arquitectura me fascina. También, como soy evidentemente práctico, la limpieza, también. Las veces que he visto el Guggenheim de Bilbao me ha parecido que cuando diseñó determinados (bastantes) ángulos no pensaba en que vivimos es un entorno lleno de contaminación. Los artistas en muchos casos estan al margen de los problemas mundanos.

NY es mucho NY, pero me han dicho que lo que también se tiene que ver es Chicago.

Kisses

Pandora dijo...

Harare, Harare, Harare-sur-mere, la de Zimbabwe, el de Mugabe...
"City of colours". Llena de árboles de flores que van cambiando cada mes, naranja, morados, blancos, amarillos...

theodore dijo...

A mí lo que me inquieta es que si Breckinridge no contesta pronto a los comentarios seguro que es porque debe andar de viaje por USA, UK, NL, CH o algún sitio tremendo. Mientras no sea Mexicos...

Squirrel dijo...

Mil gracias por los cometarios. Y gracias Theodore or hacerme sentir imprescindible (ay, la vanidad...). Efectivamente, he estado un poquitin MIA estos días, pero procedo a agradecer y contestar.

- Revisión del Interior: Sanaa son buenísimos, pero tanto éxito les hará estropearse, seguro. Y esperemos que nada afcte a Peter Zumthor, pánico me ha dado el Pritzker. Porque ése sí que es bueno.

-Pandora, envíame la foto por Email y la subo al blog, junto con otros rascacielos. Y habrá coca vs pepsi. Dame tiempo.

-Polo: A mí la Défense me gusta a ratos. Me gustan los rascacielos integrados en el tejido urbano, no tento en una "zona específica". La Défense empezó fatal, pero ha ido mejorando y en una ciudad histórica como parís no es mala solución (peor es la Tour Montparnasse, ugh!).

- Chevy: ¡Gracias por volver! Chicago, arquitectónicamente, es mejor que NY, pero le falta un "jenesaisquoi", quizá el imaginario cinematográfico.

- Theodore: La gripe porcina ya la he pasado, así que inmunizado me tienes. Pero no, no estaba en Méxicos con la Cantudo. No me pusieron una muselina, uno de esos coches grandes, para ir del aeropuerto a la ciudad.

Anónimo dijo...

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