Nunca fui un fan acérrimo de ABBA. Mucho presumir, hablar y escribir sobre los años 70, sobre todo su parte final, pero no puedo decir que los suecos estuviesen en mi panteón de artistas preferidos. Es posible que los considerase demasiado amables, demasiado fáciles, demasiado suecos. Y mira que es raro, porque con las letras tan insustanciales que tienen deberían haberme gustado a rabiar. Nunca compré un disco suyo hasta mucho más tarde.
Por fin he visto Mamma Mia!, la película, que me ha gustado mucho. No había visto el musical y no tenía ni idea sobre la trama, por lo que todo ha sido novedoso. Da la impresión de que se lo pasaron de maravilla filmando. Sobre todo Meryl Streep, que está desatada. Lo curioso es que, por mucho que no fuese fan de ABBA en su momento, no hay duda de que sus canciones marcan el hilo musical de toda una década. No creo que ningún otro grupo o artista, salvo los Beatles, haya conseguido lo mismo. Quizá mis renuencias en su época derivaban de la canción Fernando (que es como me llamo), que en su momento me ponía muy nervioso.
He respirado con alivio al ver que la canción no sale en la película. Reconozco que me gusta que sea Anni-Frid, mi ABBA favorita, la cantante principal de la canción en vez de la cursi de Agnetha (me van a caer palos por esto, lo veo venir), pero lo veo todo demasiado blandurri. No sé.
Hace ya bastantes años me fui una semana de vacaciones, solo, a Chipre. Eran momentos muy turbulentos en Oriente Medio y por ello conseguí por dos duros una habitación en un hotel de mega lujo en Limassol. El lío de Oriente Medio era tan gordo que en el hotel estábamos solos un matrimonio británico con dos niños, una pareja escandinava mayor y servidor, y aunque, además de diez piscinas y playa privada, había como ocho restaurantes, sólo abrían uno al día. Yo por las mañana me iba en mi cochecito de alquiler a explorar la isla o a la playa y por la noche regresaba al hotel y cenaba en el restaurante que tocara. Ayer, italiano; hoy griego; mañana, francés. Recuerdo que leí muchísimo esos días.
Una de las pocas cosas que no variaba en el hotel era el pianista, que amenizaba la sala de desayuno por la mañana, la piscina durante el día, el bar por la tarde y el restaurante de turno por la noche. Tenía un aire a Lee Curreri, el actor que interpretaba al pianista Bruno Martelli en Fama (película y serie), pero algo más gordo. Pelo largo y pseudo-afro. Camisa bien abierta enseñando pecho peludo. Pantalón demasiado ceñido. Tocaba canciones predecibles en versión vestíbulo de hotel, haciendo gorgoritos con su voz melodiosa (recuerdo mucho falsete a lo New Trolls).
El penúltimo día llegué pronto al restaurante, pero ahí estaban ya los demás huéspedes del hotel, esperando a que les sirviesen el rancho de turno (no había mucho donde elegir). Apareció al cabo de un rato el pianista, pero dudó y en vez de ir directo hacia su instrumento se acercó y me preguntó si se podía sentar a mi mesa. Le dije que sí, por supuesto, y me preguntó que de dónde era, que si era aristócrata (lo que me faltaba), que si no me parecía que el hotel era un horror, que él me podía enseñar Chipre como es debido, que en el mismo Limassol había unos sitios estupendos. Decliné amablemente pero él siguió a la carga. Se dio por vencido al cabo de un rato y me preguntó mi nombre. Error: se lo dije. Se vuelve hacia el piano, se sienta, entorna los ojos, me mira con embeleso y, para delicia de británicos y escandinavos (que sin yo darme cuenta estaban pasando el mejor rato de sus vacaciones), empieza a cantar, echando la cabecita y la pelambre hacia atrás: “Can you hear the drums, Fernando?”.
No es fácil cortarme. Doy fe que lo consiguió. Los niños británicos se revolcaban por el suelo de la risa. El chipriota, desmelenado, cantando a pleno pulmón, dedicándome su vida entera. Momento clave: se para, me mira y, “a capella”, sin acompañamiento de piano, dice “When we’re old and grey, Fernando”.
En fin, lo dejo aquí. Todavía hoy me pregunto qué habría sido de mi vida si lo hubiese dejado todo por un pianista chipriota que me idolatraba de tal manera. Probablemente estaría en Limassol fregando platos y molido a palos. Bueno, al menos no me importaría engordar, eso seguro. Pero estoy casi mejor como estoy.
Ludvík Vacátko y Los Caballos
Hace 1 semana
10 comentarios:
Muuuuy fuerte. Yo también he ido a ver mamma Mia este fin de semana y acabo de visualizar totalmente la escena
Gracias por el comentario, mocho. Es que al ver la película me ha venido la escena, después de ni se sabe cuántos años.
La canción de Fernando es muy boniiita... Y la historia es desde luego galvanoplástica y polarizante...
(yo no sé por cuál de las vocalistas de ABBA decidirme, pero indudablemente Frida era mucho más marchosa)
Polarizante, total. Galvanoplástica, no estoy tan seguro, jajajajaja.
A mí me gustaba mucho Frida, sobre todo por pelirroja y porque estaba con Benny, mucho mejor que Björn. E hizo un disco muy chulo con el pesado de Phil Collins.
jajaja... me encanta como has tomado al excusa para acercarnos a esos años tuyos y tu experiencia chipriota... Para mi ABBA es especial... por muhoc que diga, me quedaré corto, asi que mejor no empezar... Habéis visto, me imagino, la peli, La boda de Muriel... vamos, que mejor no te invado...jajaja... Pues también vi la peli y conincido contigo... Maryl strep... tremenda, la adoro, y vaya tipazoooo que tiene la tía... Sobre todo en el final, peor no voy a destripar!!!..jaja, tranquilos!.... Abrazos complices afectuosos y veraniegos ;)
Olvidé contar, homo-sapiensis, que fue la Boda de Muriel lo que me convirtió a la causa de ABBA. Es una película absolutamente maravillosa. Y qué razón tienes sobre Meryl Streep, tiene un tipazo y una piel estupenda para suedad. Y no parece retocada.
Llevo tiempo disfrutando con tu blog, pero es el primer comentario que hago, así que....hola!! Divertidísima la historia del pianista. Y por cierto, se oyen unas notas de Fernando en un momento de la película, y de "Knowing Me Knowing You" (gran canción y también de la adorable Frida), pero como parte del score. Tampoco he sido nunca fan de ABBA, pero es verdad que sus canciones están en la Historia. Y la película es una delicia, lástima que no incluyeran "Summer Night City", una de mis favoritas de siempre. Saludos!!
PD: Entre muchas de las cosas en que coincido contigo, "Erotica" y "Bedtime Stories", la mejor etapa, siempre lo he dicho :-)
Muchas gracias Theodore. Estoy echando un vistazo a tu blog, que no conocía, y me gusta mucho. Gracias por el enlace!!
Efectivamente, suenan los acordes de Fernando en un momento determinado de la película, e inicié mi descenso al hueco de debajo de la butaca... pero luego quedó abortado. Me gustó mucho que incluyeran el "I do, I do, I do", en homenaje a la boda de Muriel, aunque hay que reconocer que la escena de la entrada de ésta en la iglesia es realmente irrepetible, un momento cumbre de la historia del camp. Gracias de verdad, y bienvenido.
Ya sé que ha pasado mucho tiempo, pero ahora puedo decir que Limassol es una ciudad MUY FEA pero excelente como base para moverse por la isla.
Hey Polo!! Mil gracias por comentar en este post ya tan antiguo. Espero que te haya gustado Chipre.
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