viernes, 19 de agosto de 2016

Retorno

No sé muy bien por qué hago esto, pero lo estoy haciendo.

Vuelvo a escribir en éste, mi primer blog, casi siete años después de la última entrada en la que decía adiós, y lo hago además con la honesta intención de darle continuidad. Repito que no sé muy bien por qué lo hago. La era del blog parece terminada, todos estamos ya con medios de satisfacción visual inmediata, que exigen de nosotros cada vez menor esfuerzo y atención. Medios en los que un emoji sustituye a una frase. Del blog nos pasamos todos a Facebook, de ahí a Instagram, de ahí a SnapChat. Y no, no voy a dejar de utilizar FB o IG. Pero voy a escribir de nuevo un blog.

Dejé de escribir este blog porque me mudaba a Estados Unidos, en concreto a Washington, y vuelvo a escribirlo, siete años después, porque me he mudado a Estados Unidos, esta vez a Cambridge, cerca de Boston. Entre medias, cinco años en Nueva York y uno en Madrid, el último, que ha sabido a poco. Pero no hay que dejar pasar las oportunidades en esta vida, y si te ofrecen pasar un año en Harvard investigando algo a lo que has dedicado la mayor parte de tu vida profesional no vas a decir que no.

Parte de los años transcurridos, sobre todo los primeros, desde la última entrada de este blog y ésta que ahora he escrito, fueron relatados en otros blogs. Entre medias, además de los cambios de residencia, han pasado muchas cosas, sobre todo las desaparición de algunas de las personas a quienes más he querido. Pero sigo acompañado por mi maravilloso marido (qué haría yo sin él) que no sólo se adapta a mis traslados profesionales sino que también me cuida, me alimenta, me quiere. Y poco más necesito.


Si he decidido retomar este blog y no abrir otro es porque ha continuado muy vivo. Me sorprende el tráfico de visitas que generan ciertas entradas, sobre todo tantos años después de haber sido escritas. Morgan Fairchild y Giannina Faccio tienen mucho tirón, de eso no hay duda (sobre todo en Rusia, que es donde más me siguen… No, yo tampoco lo entiendo). La idea es contar mi retorno a la vida universitaria, mi retorno a Estados Unidos. Y como siempre, abrir el turno de comentarios y hablar, departir, cotillear, despellejar. Como hacíamos antes. Con el mismo diseño, actual de puro viejuno. Che Guevara and Debussy to a disco beat. Ése es el espíritu.

Tu le connais, lecteur, ce monstre délicat
Hypocrite lecteur, mon semblable, mon frère!